Los nueve pisos de una torre de cemento y ladrillos rojos forman un bloque uniforme plantado al borde del Sena, vestigio de una época pasada en este barrio moderno del distrito parisino 13. Imposible no ver esta “Torre 13” con su fachada recubierta de inmensas gotas chorreantes de barniz rojo fluorescente y su mural compuesto de un arabesco en letras árabes.
Este fresco es tan sólo un abrebocas de lo que se esconde tras los muros. Durante seis meses, bajo el más grande secreto, una centena de artistas internacionales intervinieron los colores y los apartamentos semi-abandonados de la torre, destinada a ser demolida, para transformarla en la más grande exposición efímera de arte urbano en el mundo.
Mostrar el arte urbano contemporáneo en toda su variedad era la apuesta de Mehdi Ben Cheikh, el galerista iniciador del proyecto. Era también fundamental para él garantizar al público un acceso libre y total a la exposición que durará un mes, del 1ro al 31 de octubre.
Una vez la exposición finalice y los últimos habitantes desalojen, la torre será destruida. A más tardar a principios del próximo año. Qué pasará entonces con los frescos, las instalaciones, los universos psicodélicos o en blanco y negro, en tiza, pintados o vaporizados sobre los muros? Cómo conservar una huella sin traicionar el carácter efímero del Street art?
Los organizadores tuvieron la idea de asociar a la exposición, un museo virtual interactivo, digitalizando las obras sobre un sitio de internet. El sitio será activado desde la apertura de la torre, el 1ro de octubre, y durante treinta días podrá explorase como si se estuviera en el lugar.
Sobre este portal, podrán visitarse los nuevo pisos, ver el trabajo de un artista particular o incluso aún entrar en los apartamentos. Una de las apuestas era de no darle más importancia a un autor sobre otro. El apartamento es una unidad de base, presentado en un friso de imágenes con las obras. Basta un sólo clic para ver la ficha del artista, su biografía o una entrevista.
Pero es la dimensión colectiva del proyecto que genera tanto entusiasmo, notablemente el papel activo atribuido a los internautas con la protección de las obras de arte: Cuando la exposición finalice, al final de octubre, la plataforma pasará a blanco y negro. Es ahí donde se espera movilizar el máximo de visitantes, que escogerán las obras digitales a conservar, cliqueando encima para ponerlas en color. Tendrán diez días para hacerlo, después, todo lo que quede en blanco y negro desaparecerá definitivamente del sitio. Todo lo que los internautas hayan escogido salvar quedará disponible en línea.
Todos a escoger nuestras obras favoritas y salvarlas de su destrucción definitiva.