La eterna recomendación de los médicos y los que saben, es que si o si, todos debemos ser activos físicamente y realizar alguna actividad. Inscribirnos en un gimnasio o practicar algún deporte con cierta regularidad son algunas de las opciones, pero también caminar a diario por algunos minutos es lo más sencillo que podemos hacer. Clases de yoga para hacer un trabajo más completo de cuerpo y mente o incluso bailar son excelentes opciones.
Si ya haces algo de lo que mencionamos, te felicitamos porque no pones en riesgo tu salud. Si por el contrario es poca la actividad que realizas, te damos una buena noticia y es que cada día, haces un poco de ejercicio y probablemente no lo sabes. Aunque no es igual que ejercitarte por un par de horas o en realidad hacer deporte, son pequeñas actividades que si contribuyen de alguna manera a tu bienestar.
Cuando debes esperar en la fila para realizar un procedimiento y debes permanecer de pie por un buen tiempo, aunque no lo creas, los músculos de tus piernas se contraen y estiran mientras das pasos y esperas. De hecho alcanzas a quemar más calorías que si estuvieras sentada. Cuando te veas esperando en una fila, ayúdate un poco más y párate en las puntas de los pies por unos minutos y descansa, balancea tu cuerpo hacia adelante y atrás, y verás que mientras te concentras en esto te pasará el tiempo más rápido.
Ese día que destinas para ir al supermercado y comprar todo lo que necesitas es genial para ejercitarte. Te estiras y empinas para tomar algo que está muy arriba, luego te agachas para lo que está abajo en el piso y así tus piernas se contraen y estiran al igual que los músculos de tu espalda, pero para no hacerte daño evita arquearte y agacharte de ese modo, y prefiere meas bien mantener tu espalda recta y flexionar las rodillas. Para aumentar el trabajo y si no tienes demasiadas cosas que comprar, lleva tu misma las bolsas a casa para ejercitar tu brazos. No exageres para no hacerte daño, pero si equilibra la carga en cada brazo y verás que le puedes ayudar un poquito a tonificarlos.
Sería descabellado pensar que tanto chatear cada día pueda significar algo de ejercicio, pero de hecho, puede ayudarte. Usar tu teléfono para teclear, mandar correos y chatear hace que las articulaciones de tus manos y dedos estén permanentemente en movimiento. Eso sí, no estamos de acuerdo con los excesos y el perderte el contacto humano real, así que aprovecha los beneficios de tus dispositivos pero no te olvides de quienes te rodean.
El sexo. Si señores, un rato de actividad sexual es capaz de hacerte quemar muchas calorías, tantas como si hubieras estado 45 minutos haciendo ejercicio o incluso más. Cuéntale a tu pareja para que hagan ejercicio juntos y quemen calorías de esta forma.
Las actividades sencillas que hacen parte de nuestra rutina diaria son pequeños ejercicios, como por ejemplo cepillarte los dientes le ayuda a tus brazos y a tus dientes! peinarte también te genera movimiento así que la próxima vez que hagas estas acciones demórate un poco más y aprovéchalas!