Para los amantes de la naturaleza, esos que no tienen en su mente la palabra “playa” cuando piensan en vacaciones, sino aventura, descubrimiento, caminata, paisajes, en fin, una experiencia que conecta más el espíritu y la mente con el mundo que nos rodea. Y es que la naturaleza da sus giros y nos presenta maravillas que se han mostrado ocultas a nuestros ojos por cientos de años, y por eso es necesario ir más allá para descubrir lo que nos tiene que decir.
El ecoturismo es una modalidad tal vez reciente de hacer turismo, dejando un poco de lado las tradiciones de las vacaciones de visitar playas populares o destinos en el Caribe comunes en temporada alta. Los aventureros se dirigen ahora a destinos llenos de riqueza en fauna y flora y todo aquel lugar susceptible de ser explorado. Dos ejemplos de ésta interesante práctica son:
El salar de Uyuni
Bolivia presenta uno de los salares más extensos del mundo con una extensión de 12.000 kilómetros cuadrados y una altura de 3600 metros sobre el nivel del mar. Es posible visitar Uyuni en cualquier época del año pero hay varias cosas que debes tener en cuenta a la hora de viajar, así como tus preferencias del lugar. Hace cientos de años el lago Minchin se secó y dio origen a dos formaciones hídricas y al desierto salino. Este desierto se convierte en un espejo natural en la época que va de Diciembre a Marzo, y sucede porque es tiempo de lluvias que se acumulan en la superficie dando lugar a visiones espectaculares del cielo que se refleja. También en ésta época Laguna Dorada es muy frecuentado por turistas porque llegan allí más de 25.000 flamencos y el espectáculo es impresionante.
Túnel de árboles en Klevan Ucrania
Este es el destino romántico aventurero. Para las parejas que desean fortalecer un vínculo o afianzar su relación, se dice que si cruzan de la mano de principio a fin este túnel pueden pedir un deseo que se hará realidad. Mito, leyenda o verdad, lo cierto es que este lugar despide encanto por donde se lo mire, pues a lo largo de tres kilómetros de extensión los visitantes encuentran arboles entre mezclados, ramas enredadas que forman un arco dando paso al tren. Como en los cuentos de hadas, donde la luz del sol se pasa entre las hojas y da vida a la perfección de la naturaleza, el olor a verde y una caminata acompañada concluyen una aventura en el túnel del amor, como se le conoce. Si te interesa visitarlo, se encuentra a las afueras de un pueblo llamado Klevan, en Ucrania.