La respuesta la tendrían varios, o mejor, casi todos podrían dar una versión propia de porqué las personas se enamora, o creen estar enamoradas y por ello experimentan una serie de emociones, sentimientos y reacciones que muchas veces resultan inexplicables. Aunque cabe anotar que algunas veces en nuestra vida podemos declarar ante el mundo estar enamorados profundamente de una persona, cuando en realidad es otra clase de sentimientos, y es normal confundir el amor, con ilusión, pasión, cariño, admiración, etc.
Al comenzar una relación todo se vuelve de mil colores y al terminarla pareciera que el mundo solo tiene un color: negro. Esto se debe en parte a los niveles de Oxitocina que tenemos en nuestro cuerpo. Esta Oxitocina, una hormona encargada de varias respuestas de nuestro organismo que se inter conectan en diferentes circunstancias. Respuestas como las sexuales que se dan por la estimulación de los genitales, las que siente una madre al dar a luz o al amamantar a su bebé, y también en el comportamiento es la que permite entablar relaciones afectivas y fortalecer los lazos en una pareja.
Estudios han demostrado como a personas que se les ha suministrado una dosis de oxitocina, refieren que han sentido como la confianza hacia su pareja aumenta. En los hombres también se da fuertemente aunque se piense que el proceso de nacimiento y lactancia es exclusivamente femenino, el sentido paternal también responde en cierta medida a ésta hormona.
Lo que nos podría diferenciar de los mamíferos es que tenemos la posibilidad de vivir con una sola pareja toda nuestra vida. Pues bien, gracias a la oxitocina es que sentimos un mayor apego, gratitud, confianza y seguridad al lado de una persona que nos permite ser monógamos. Por eso cuando perdemos una relación estable es que nos sentimos tan mal, pues los niveles de ésta hormona han bajado lo suficiente como hacernos sentir solos, sin rumbo y deprimidos.
Una mirada biológica a lo que ocurre en nuestro cuerpo cuando sentimos que el amor se apodera de nuestra vida, ya sabemos porque sentimos lo que sentimos, aunque siempre estará de la mano de lo que pasa afuera, de como nos relacionamos con esa persona, de los valores, comportamientos y reacciones que compartimos, siempre será una relación de dos que sin importar lo que dure, es esencial disfrutarlo a plenitud.