Si, es esa época del año otra vez, en la que tenemos una excusa divertida para unos cuantos días de fiesta y sobre todo, cerveza, ya que desde los últimos días de septiembre a los primeros de octubre, ¡estamos de celebración con el Oktoberfest! Lo mejor es que en Latinoamérica, las grandes ciudades le están siguiendo la pista a este festival, y ya lo celebran como un homenaje al original alemán, así que busca cual es el más cercano a ti y disfruta con tus amigos!
Pero veamos un poco de historia y entendamos de donde viene esta tradición. Esta celebración tiene sus inicios un par de siglos atrás, cuando el príncipe heredero Ludwig, quien más tarde sería el rey Luis I, se casó con la princesa Teresa de Sajonia-Hildburghausen el 17 de octubre de 1810. Para celebrar el acontecimiento, se invitó a los ciudadanos de Múnich a asistir a las festividades celebradas en los campos frente a las puertas de la ciudad. Los campos fueron nombrados desde entonces Theresienwiese (“prado de Teresa”) en honor de la Princesa, aunque los locales han hecho desde el nombre abreviado simplemente al “Wies’n”.
La celebración siguió repitiéndose año tras año, y popularizándose en otros lugares, primero de Alemania y luego del mundo. En la actualidad, millones de personas viajan para celebrar el Oktoberfest, que es ahora una de las celebraciones anuales más reconocidas del mundo.
Cada año durante el Oktoberfest, se beben más de 1 millón de galones de cerveza, en las muchas tiendas que se levantan sobre el histórico prado. Todavía se celebra el fin de las cosechas, cada tres años, y los cerveceros de todo el mundo aprovechan la ocasión, pues es uno de los escenarios más grandes para la industria y para darse a conocer. Cada vez existen más personas que fabrican su cerveza artesanal y crecen los interesados en conocer este increíble proceso.
En años más recientes, esta fiesta se ha vuelto tan popular alrededor del mundo que miles de personas se reúnen a celebrarlo así estén a kilómetros y kilómetros de Múnich. En Norteamérica, la mayoría de los estados tienen algún tipo de celebración no oficial del Oktoberfest, en el que, por supuesto, la cerveza y las tradicionales salchichas alemanas son protagonistas. Una de las representaciones más significativas se da en Cincinnati, Ohio, donde dicen tener “El mayor Oktoberfest auténtico” en los EE.UU., que atrae a unas 500.000 personas cada año.
Este festival es mucho más que cerveza, pues en distintas ciudades donde se celebra, hay grupos musicales, comida alemana, presentaciones artísticas y mercados artesanales por lo que se vuelve un festival muy completo.
Así que si estos días sienten el impulso de celebrar con los alemanes esta festividad tan digna de Dionisio, pueden hacerlo, así no puedan dejar todo y tomar el próximo vuelo a Múnich, pues el Oktoberfest es ahora parte del folklor global, y muy seguramente encontrarán una forma de celebrarlo en cualquier punto del globo.