Nos encantan las dietas y están de moda. Para quienes quieren perder unos kilitos o en realidad necesitan baja un peso ganado en las fiestas del año pasado y que aún cargan, no está de más prestar atención a ésta dieta y fijarse si de hecho se acomoda a tus preferencias, gusto y hábitos, pues no todas las dietas y prácticas funcionan para todos los cuerpos y es necesario llevar una vida activa paralelo a cualquier dieta, así que analicemos:
Que la preocupación por la apariencia y la pérdida de peso se ha incrementado con los años, tanto que se ha vuelto una obsesión, es innegable, pero desde hace mucho tiempo que se vienen probando alternativas y métodos con el mismo propósito y la Dieta Scarsdale apareció en los años 70’s gracias al médico cardiólogo estadounidense Herman Tarnower. Al parecer esta dieta le permitiría a la persona que la adopte, reducir entre 5 y 7 kilos en el término de dos semanas.
Esta dieta consiste en la ingesta de 1000 kcal diarias. El 43% de ellas proviene del consumo de proteínas, el 34,5% del de carbohidratos y el 22,5% del de grasas saludables. Esto para una etapa inicial en donde predominan las carnes y los vegetales y ya luego se empieza a incrementar el consumo de otros alimentos. Eso si, no puede comerse grasas saturadas, aceites, gran parte de los productos lácteos y postres con azúcar.
Una idea de la dieta aplicada sería así: al desayuno comerías una naranja, un pan tostado o integral y café pero con edulcorante. Al almuerzo podrías comer pollo y ensalada de lechuga y tomate. Y a la cena algo de pescado, ensalada verde o de vegetales cocidos y también café o un té con edulcorante.