Mucho se ha dicho acerca del gluten, y sobre todo últimamente se ve mencionado en varias conversaciones aunque no de manera muy positiva. Incluso se habla del mismo como si fuera una especie de fantasma o demonio al cual hay que huirle, y hay quienes lo evitan sin siquiera saber porque le temen. Para saber que alimentos debemos consumir y cuales hacer un lado, siempre es mejor estar informados y así decidir que es lo mejor para nosotros.
Seguramente habrás visto como al hacer una pizza, la masa se ve muy elástica y maleable. Pues bien, el componente que hace que eso sea posible es el gluten. Esta proteína está presente en el centeno, el trigo y la cebada, por lo que es fácil encontrarla en panes, pastas, y alimentos a base de masas.
Es común que cualquiera que sea la dieta que estás haciendo, el médico haya recomendado bien sea suprimir estos alimentos o al menos reducir su consumo todo lo que podamos. En sí, el gluten no tiene beneficios y no aporta nada a nuestra salud, pero por otro lado si puede afectarnos. Por ejemplo, es capaz de causar inflamaciones, nos hace sentir incómodos estomacalmente, altera los niveles de PH en el organismo volviéndolos más ácidos. Toda esta serie de inconvenientes agravan la situación, ya que se dejan de absorber nutrientes de gran importancia para nuestro cuerpo y que son necesarios para muchas tareas, sin mencionar que se da la aparición de vómitos, náuseas, fiebre e incluso pérdida de peso.
Ahora, existen personas que desarrollan una alergia al gluten, y que es conocida como enfermedad Celíaca. Lo que ocurre con esta enfermedad es que dado que la digestión del gluten ocurre en el intestino delgado, el organismo identifica como amenaza a esta proteína, resultando en una respuesta inmunológica que ataca al intestino delgado.
Pero para responder a la pregunta si es bueno o malo, hay que decir como siempre, que depende. Si es diagnosticado que la persona presenta esta enfermedad celíaca, entonces una dieta libre de gluten es obligatoria y ajustes en los hábitos alimenticios son necesarios. Pero por otro lado, aquellos que no tienen ninguna intolerancia o alergia a ésta proteína, tampoco quiere decir que sigan consumiendo despreocupadamente alimentos que la contengan, o que por precaución los eviten. Al dejar de ingerir alimentos que contienen gluten como por ejemplo un pan integral, se está renunciando también a los nutrientes que un alimento como estos puede brindar, como la fibra.
Es por ello que no se puede hablar de excesos, como renunciar totalmente o comerlos todo el tiempo, pues si no tienes inconvenientes con el gluten bien puedes comer alimentos que lo contengan, mientras se haga balanceadamente junto con los demás grupos de alimentos. Un equilibrio entre carnes, verduras, frutas y carbohidratos es lo que se recomienda para que la dieta en realidad sea provechosa para la salud.