Es verdad que nadie vive del amor, pues para conseguir alguien que quiera estar a tu lado hay muchas maneras, pero para mantener una relación que es lo complejo, se necesita el motor que hace posible que funcione, el amor. Puedes tener admiración, respeto, sueños en común, compartir principios y valores pero si no existe aunque sea un poco de ese amor lo demás termina por caerse. Analicemos como puedes reconstruir tu relación de pareja y que te des cuenta como no es demasiado tarde.
En todas las relaciones, sea de noviazgo o matrimonio existen las discusiones y peleas, y de hecho son muy sanas, así que aquellos que sienten orgullo al decir que jamás pelean con su pareja, o están reprimiendo sentimientos que pueden explotar luego, o la primera pelea está muy cerca. Los malentendidos, la convivencia, los gustos diferentes y las distintas opiniones generan estos choques normales, que es mejor discutir y tratar de solucionar lo más pronto posible. Sin embargo, si empiezas a notar que son repetitivas, constantes y los motivos casi siempre son los mismos, significa que no están siendo resueltas las diferencias sino que crecen, arreglan la pelea del momento pero no el problema de raíz. A la siguiente vez es mejor dejar de discutir por lo mismo viendo quien gana, y de hecho hablar de cuanto cede cada uno para solucionar de una vez por todas lo que les incomoda.
Olvídate de esperar que el otro cambie, como pasándole una lista de cosas que necesita arreglar para que la relación funcione. Esto es de dos, y es más fácil reconocer que tu también tienes errores que solucionar para que tu pareja sienta que no está sola, que la misión es en equipo y ambos van a poner de su parte. De otro modo es perjudicial que uno le exija al otro cambiar, como si el mismo nunca cometiera errores, esto causa rencores que se van acumulando.
Antes de pensar que tienes toda la razón, y aunque en alguna circunstancia la tengas, trata de hacer un ejercicio y aplicarlo cada día más. Ponte en el lugar de tu pareja, solo así tal ves entiendas porque te dice lo que te dice o porque actúa como lo hace, y las discusiones bajen de tono.
Una de las mejores prácticas que se pueden hacer cuando se tiene una relación de pareja, es hacer una lista mental de las cosas buenas de esa persona que quieres. Repítelas y recuérdalas cada día con gratitud, porque muchas en momentos de crisis tendemos a olvidar las cosas buenas de nuestra pareja y por las que podemos permanecer a su lado.
Demostrar el afecto constantemente es clave para mantener el cariño entre los dos. Sorpréndelo(a) con una cena, has un plan para salir a divertirse, dale un abrazo fuerte desprevenido o dile cosas lindas. De vez en cuando es bonito escuchar como se ve de bien con esa ropa o peinado, que tu pareja sienta que todavía te agrada físicamente.
Este es un camino de aprendizajes, por lo que es hora de poner en práctica esas lecciones que han quedado de los momentos de crisis. Si se recuperan los buenos planes que solían hacer y las actividades que les gustaba compartir, es posible recuperar esos sentimientos que se durmieron y renovar el amor!