Empresarias de espíritu, estas chicas tuvieron una intuición, una idea original que persiguieron a pesar de la modestia de su entorno. Hoy, sus negocios valen millones y tienen a penas 30 años.
“Vivo la vida que siempre he soñado”, Sharmadean Reid, 28 años, creadora de WAH NAILS en Londres.
“Criada por una madre soltera, trabajo desde que tuve 14 años para poder ofrecerme lo que quiero. Siempre supe que los horarios de oficina no era para mí. Luego de haber acumulado una formación de diseñadora y una de consultora para marcas, lancé WAH en el 2005, un fanzine de moda para las chicas. Paralelamente, había siempre soñado con una manicure excéntrica pero los salones de belleza proponían todos las mismas cosas, sin ninguna creatividad. Sabía que el nail art podría ser una manera divertida para las chicas de poder exprimir su identidad. Todo se personaliza, por qué no las uñas?. En el 2009, con mis ahorros y un préstamo a una amiga, abrí mi primer salón en Dalston, al norte de Londres. Imaginé WAH como el QG de todas esas chicas a las que me dirigía en la revista. Era buena para transponer las tendencias de moda sobre las uñas y fue eso los que nos volvió tan famosos. Luego del éxito de nuestro pop up store en un gran almacén, propuse la misma operación a Topshop de Oxford Street. Me rechazaron, yo insistí! Y finalmente, abrieron un salón permanente en el 2010. Fue a partir de ese momento que la tendencia del nail art explotó.
Aprender a decir No. Tuvimos almacenes efímeros en Paris, Tokyo, New York y recibo muchas ofertas para abrir otros salones pero logro finalmente decir no. Por qué? Porque quiero conservar mi tiempo libre. Encuentro los medios por incrementar mi negocio sin dispersarme en los cuatro rincones del mundo. Saqué en el 2012 un libro tutorial, que puede encontrarse en Internet, para realizar 25 diferentes motivos del nail art. Ha sido un tal éxito que un segundo libro acaba de salir, en septiembre. Hago parte de una generación de chicas web que escriben, dibujan, toman fotos y manejan las redes sociales. Es a veces difícil delegar pues es necesario que todo el equipo comparta nuestra visión. El mundo del nail art es muy competitivo y existen muchos envidiosos. Algunos empleados me han robado la idea para ir a crear su empresa afuera. Pero no me da miedo, soy empresaria ante todo, y preveo lanzarme en la restauración y hotelería. El futuro de WAH NAILS: ser líder mundial en su mercado!”.
“Sacrifiqué todo por fabricar el Pop-corn light”, Cassandra Stavrou, 29 años, creadora y propietaria de PROPERCORN, en Londres.
“Dejar un empleo en la publicidad para lanzarme en el mercado del pop-corn…Para mi entorno, me había vuelto loca. Siempre supe que sería empresaria y en una gran empresa, tenía la impresión de ser desprendida de mí misma. Con 25 años, volví a vivir en la casa de mis padres, renuncié a la ropa y a las salidas. Vivía de pequeños trabajos y trabaja en mi business plan en las noches. Sacrifiqué mis ahorros por encontrar esta Magdelena de Proust, esos momentos en los que hacía pop-corn con mi padre. Quería crear un snack sano que no tuviera gusto de papel. Un producto para las chicas que no tendrían que culpabilizarse por tener un antojo. Volví locos a mis amigos, haciéndoles probar todos los sabores. Para el empaque, llamé a una amiga ilustradora que trabaja para Vogue. Lo más difícil? Todo el mundo trataba de disuadirme, argumentando que los pesos pesados del snack iban a lanzarse sobre el mercado y que yo no tendría ninguna suerte. Sobre todo que somos pocas chicas en el sector, y la mayoría de menos de 30 años.
Snack oficial de la fashion week. “El primer año, vendimos más de dos millones de paquetes y somos desde hace 3 temporadas el pop-corn oficial de la fashion week de Londres. Distribuídos en más de 3000 puntos de venta en Inglaterra, vendemos 400 000 paquetes por mes. No me espera eso! El éxito reside también humanas: no critico la competencia y soy diplomática, es crucial. Propercorn emplea sólo siete apasionados que no tienen más de 30 años y es realmente un esfuerzo de equipo, incluso debo aprender a delegar y a ser menos control freak !”
“NASTY GAL es un feliz accidente”, Sophia Amoruso, 29 años, creadora de Nasty Gal a Los Angeles.
“En el 2006, cuando comencé a vender en eBay productos vintage que había recuperado de las tiendas de caridad, no sabía a dónde me llevaría, incluso cuando había descubierto una oportunidad en ese mercado: las fotos de los vendedores no eran interesantes. Con alma de fotógrafa y vistiendo mucho vintage, entendí cómo sacar el potencial único de cada pieza. Podemos transformar cualquier objeto vintage, incluso pasado de moda, en “el producto” si lo lleva un buen modelo: una chica que tiene una actitud a la vez natural, sexy y cool. Al cabo de un año y medio, dejé de ser una vendedora cualquiera y me convertí en una marca identificable con más de 60 000 amigos en MySpace. Lancé entonces mi sitio donde comencé a vender también marcas de creadores en ese entonces desconocidos como Jeffrey Campell.
Hablar directamente a las chicas. Tres años después, dirijo 300 empleados, tengo un equipo de diseñadores con los que lancé una marca de ropa a bajo precio. Nuestra tasa de crecimiento sobrepasa los 11 000% y en el 2012, nuestras ventas llegaron a los 100 millones de euros. Nuestro medio promocional? Las redes sociales que permiten probar cuesta arriba los productos, sin necesidad de pagar un espacio publicitario. Las respuestas son geniales y los internautas confían en nosotros ya que tomamos en consideración sus críticas. Los productos vendidos son una gran parte de nuestro éxito, pero es con nuestro universo que los seguidores de Nasty Gal se sienten conectados. Nasty tiene una personalidad fuerte que no limita al shopping, ya que también editamos una revista, Super Nasty. La dificultad? Conservar el espíritu Do It Yourself aún cuando el crecimiento de la empresa es la más rápida de todo el país.”
Y tu, cuál es tu idea millonaria?