No se trata de un ingrediente extraño ni mucho menos, podemos decir casi que con seguridad, que avena hay en todas las cocinas pues se consigue muy fácil y tiene muchos usos en diversas recetas. Ahora vamos a usarla para sorprender a todo el mundo con la belleza y salud de nuestra piel.
Tomaremos en cuenta los diferentes tipos de piel para que cada persona sepa lo que mejor le conviene a la hora de preparar una mascarilla usando avena.
Si tienes un tipo de piel grasosa, lo que debes hacer es reunir avena, limón y huevo. En un bowl vierte la clara del huevo, el jugo de medio limón y una cucharada de avena. Mezcla y revuelve bien los ingredientes. Aplica en tu cara durante 10 minutos y cuando vayas a retirarla, usa agua fresca y un poco fría, no demasiado.
Si por el contrario tienes una piel demasiado seca, saca de tu alacena estos ingredientes: una naranja, un poco de yogur natural y obviamente avena. Vas a mezclar en un recipiente limpio la ralladura de la piel de naranja, dos cucharadas de avena y cuatro de yogur natural. Revuelve perfectamente hasta lograr una mezcla homogénea y suave y ya está lista para aplicar en tu rostro. Deja que actúe por aproximadamente 15 minutos, relájate y tómate todo este tiempo para que la piel absorba los nutrientes sin que estés por ahí moviéndote o hablando. Aplícala de dos a tres veces por semana para que veas los resultados prontamente. También para piel seca hay otra mascarilla que puedes hacer, y es mezclando en un recipiente una cucharada de miel, dos cucharadas de leche, y una cucharada de avena. Revuelve bien, aplica y deja actuar también por 15 minutos y retira con abundante agua fresca.
Hay personas que no tienen en general una piel seca, o una piel en definitiva grasa, por lo que a su piel se les llama mixta. No hay problema, para esto también una mascarilla. Mezcla la mitad de un aguacate con una cucharada de avena. Asegúrate de machacar muy bien el aguacate para que se integre con la avena, aplica en tu frente, nariz y mentón (zona T) y por 10 minutos deja que actúe. Retira con agua tibia y listo! Otra opción es remplazar el aguacate por un banano. Tritura muy bien el banano y mézclalo con dos cucharadas de avena. Esta mezcla perfectamente homogénea aplícala también en la zona T y deja actuar por 10 minutos. Retira con agua tibia y repite tres veces a la semana para que veas como tu piel va cambiando y mejorando.