Gracias a los tabúes de la historia, el deseo, el placer y sus demostraciones se han satanizado y criticado de diferentes formas. Los besos todavía conservan parte de su inocencia, pero para la mayoría siguen viéndose como simple hedonismo de la sociedad. Ahora, ¿Cuál es la realidad de los besos? ¿Son solo eso?
Lo cierto es que los besos tienen un origen evolutivo que parte de la idea de intimidad, unión y conexión familiar, en adición a una función fisiológica bastante inesperada. Los besos tienen un efecto bastante marcado en el cuerpo humano y su bienestar; además, dependiendo de su naturaleza, pueden tener efectos con relación a la búsqueda de la pareja ideal desde el punto de vista evolutivo.
Enfoquémonos primero en cómo afectan los besos el bienestar de las personas: los efectos de los besos comienzan por los aspectos más sutiles, como su capacidad para relajar y desestresar, al estimular la producción de oxitocina, una hormona encargada de calmar y mantener la estabilidad emocional en el cerebro humano. También se producen endorfinas, lo que reduce los dolores y produce una sensación placentera. Adicionalmente, los besos aumentan el ritmo cardiaco, lo que estimula el metabolismo y puede llegar a quemar hasta 5 calorías por minuto. En complemento a esto, los besos ejercitan prácticamente todos los músculos de la cara, lo que representa casi un “lifting” siempre que se haga con frecuencia, y ¿quién no querría hacerlo? Además de todo esto, desde un punto de vista evolutivo y de pareja, besar ayuda a reforzar el sistema inmunológico, y en las mujeres esto puede representar principalmente la reducción de riesgos de salud para los bebes al momento de la gestación. También es un método efectivo para identificar posibles parejas compatibles en términos inmunológicos, al tiempo que se mejora la salud de la boca y los dientes.
En conclusión, este proceso tan natural, tan ignorado y criticado a la vez representa un esfuerzo más de nuestra especie por sobrevivir y expandirse, utilizando una de sus herramientas más poderosas contra las barreras mentales creadas por el cerebro en sociedad: el placer. Aquí tenemos un video muy educativo, para ver los besos con nuevos ojos. Así que ¡a besar se ha dicho! ¡Todo sea por la salud!