De Salma Hayek a Jessica Alba pasando por Michelle Rodriguez y Rosario Dawson, las bombas latinas sostienen hoy en día los pilares de un cine Hollywoodense mucho más multicultural que en el pasado. A excepción de Jennifer Lopez, tienen en común el hecho de haber sido reveladas o impulsadas por el director y productor Robert Rodriguez. Conocido por ser el amigo con sombrero de cowboy de Quentin Tarantino, dirigieron juntos la doble película Grindhouse (Planet Terror – Death Proof) en la cual aparecía el falso trailer de la película Machete (finalmente realizada y estrenada en 2010).
Rodriguez vuelve hoy con la secuela de esta película que nació de una broma entre amigos: Machete Kills. Es la ocasión de constatar que en veinte años ha dirigido o producido una veintena de películas y ha creado cinco franquicias rentables (Machete, Sin City, Desperado, Dusk Down y Spy Kids) que lo convierten en una especie de emperador de las películas de serie B. Siguiendo los pasos de Tarantino, Rodriguez re interpreta los códigos y las figuras del cine B, sin tomarse nunca en serio y eliminando los paradigmas racistas y misóginos. En las películas del director texano de origen mexicano, América Latina emprende su venganza: los buenos son de origen hispánico y los malvados de Estados Unidos.
En Machete Kills, Charlie Sheen, en el papel de un presidente de Estados Unidos de origen hispánico, aparece con su verdadero nombre: Carlos Estevez. Mel Gibson interpreta el villano traficante de armas. Dentro de esta misma oposición, las reconocidas Jessica Alba y Michelle Rodriguez se enfrentan a las malvadas Lady Gaga y Amber Heard. Caracterizado por Danny Trejo, el actor preferido por Rodriguez, Machete Cortez, el héroe de la virilidad rugosa, está rodeado de personajes femeninos tan “badass” como él pero guardando su estilo sexy y femenino. Robert Rodriguez es un cineasta 100% nachista pero no machista.
Jessica Alba, la deidad: interpreta el papel de Sartana Rivera, agente de la policía de fronteras. Siempre ha rechazado sus orígenes hispánicos: “Tuve una educación americana, me siento americana y no hablo español”, sin embargo aprende la lengua materna de su abuelo para poder hablarla con sus hijos.
Salma Hayek, la musa: estrella de la telenovela Teresa (1989), es descubierta por Robert Rodriguez en una emisión de televisión mexicana. Impresionado por su belleza perfecta y sus aires rebeldes, la hace participar en Desperado I y II, Dusk Down, The Faculty e incluso en Spy Kids.
Sofia Vergara, la luchadora: la actriz colombiana de formas felinas comenzó como modelo, luego vedette de telenovela mexicana y finalmente presentadora en Univisión. Hoy estrella en la exitosa serie Modern Family, es lógico que Robert Rodriguez se ampare de este símbolo de la emancipación de Latinos en Estados Unidos.
Vanessa Hudgens, la traviesa: con su participación en Machete Kills, la antigua estrella de Disney confirma su cambio anunciado con Spring Breakers de Harmony Korine. Con 25 años la actriz parece decidida a dejar de lado su imagen de mujer-niña. Reivindica su cuarto de sangre español de parte de su madre nacida en Filipinas. Este arraigo latino le sirve hoy para integrar la banda de Rodriguez.
Rosario Dawson, la moderna: Muy a la moda, muy newyorkina, muy morena, parece lejos del universo californiano de Rodriguez. Pero desde su aparición en Sin City, la actriz de origen puertorriqueño y cubano se une a su equipo interpretando a Gail, patrona del gang de prostitutas de la Ciudad del Pecado.
Una película que por su impresionante casting y sus escenas de acción además de una historia atrevida e interesante, no puede dejar de ser vista por latinos y por los seguidores de éstas bombas sexys que se reúnen ahora en una sola producción, pues los latinos en Hollywood siguen con paso firme.