Sin hijos, mayor placer? En todo caso es lo que sugieren más y más las parejas realizadas, libres y consumadas. Filosofía de la crisis o elección deliberada?
Sobre la cubierta de la revista “TIME”, hay una pareja glamorosa extendida sobre la arena. Más lejos, esta misma pareja bebe una copa de champaña mientras que una familia con hijos pasa cargando heladeras, palas, rastrillos y balones. Con un título contundente e imágenes impactantes “TIME” ha lanzado la piedra que hará revolcar al mundo. Los hijos serían los frenos de la plenitud individual? En un momento donde las tasas de natalidad caen un poco en todos lados del mundo, la teoría hará bastante ruido.
Después del comienzo de la crisis económica, en el 2008, las maternidades están vacías. En Estados Unidos, la tasa de fecundidad, que era de 2,12 hijos por mujer en 2007, ha caído a 1,89 en 2011. Además, en Europa, la natalidad decae. En 2012 Portugal registró tan sólo 90.000 nacimientos, la cifra más baja en 60 años. En España, la tasa de fecundidad pasó de 1,46 niños por mujer en el 2008 a 1,36 en 2011. En Italia, aproximadamente el 25% de las mujeres nunca serán madres. Y la situación es idéntica en Hungría, Polonia, Rumania, Grecia o en Austria.
Hoy en día, alrededor de una mujer sobre cinco no tendrá descendencia. Frente a las dificultades financieras, la prolongación de los estudios y la debilidad de las políticas familiares, muchos hombres y mujeres aplazan la concepción de un hijo, incluso renuncian a ello.
La novedad, es que esto no los entristece necesariamente! Dentro de su artículo en la revista americana, Lauren Sandler cita numerosas mujeres que asumen su elección. Por qué esta decisión? ”Porque el ejemplo de mi madre no me ha dado ganas y que adoro mi vida tal y cómo la vivo”, explica por ejemplo Laura. Otras evocarán una carrera satisfactoria, un deseo por descubrirse, una libertad sin compromisos, una vida artística frenética, una pareja a preservar, un cálculo financiero (el costo de un hijo hasta los 18 año es estimado en 290.000 dólares en Estados Unidos), una preocupación ecológica o incluso política…
Un análisis confirmado por Satoshi Kanazawa, profesor en London School of Economics, según el cual una mujer con un IQ superior de quince puntos sobre el promedio tendría 25% menos de oportunidad de volverse madre. En Alemania, casi 42% de las diplomadas en estudios superiores no tendrán hijos.
No tener hijos es una actitud transgresiva en un mundo dónde el bebé es magnificado y la maternidad triunfante. De Kate Middleton hasta las innombrables estrellas que dan a luz, los hijos son puestos en escena, se transforman incluso, como la pequeña Harper Beckham, en accesorio de estilo. Sin agregar la presión social que asocia espontáneamente feminidad y maternidad.
Los hijos únicos sería una buena alternativa? En todo caso es lo que piensan muchas parejas occidentales, confirmadas par los sociólogos que constatan, como Hans-Peter Kohler, de la Universidad de Pensilvania, que las madres de un hijo único se declaran más felices que aquellas que no tienen o que tienen muchos.
En Reino Unido, ahora son 47% de las familias que tienen un solo hijo, mientras que en Estados Unidos, un cuarto de las familias ya ha tomado esta decisión.
Para facilitarse la vida, aprovechar de un pequeño sin perderse y seguir sus ambiciones sin muchos compromisos, la generación Y va hacia el “todo en uno”? Cincuenta años después del famoso “un hijo, si yo quiero, cuando yo quiero” de la planificación familiar, ahora hemos entrado en la era de “un solo hijo como yo quiero”.