En estos días, con la venida del cometa ISON en noviembre, y todos los esfuerzos y avances de la NASA que nos permiten verlo como nunca antes en la historia de la astronomía, hay más ojos concentrados en el espacio exterior de los que ha habido hasta ahora. Todo esto, y toda la tecnología creada para este propósito resaltan aun más la increíble habilidad en astronomía que demostraron nuestros antepasados para registrar, medir y reconocer objetos y eventos celestiales, y todo a simple vista.
Claro, es cierto que nuestros antepasados no tenían las ciudades terriblemente brillantes que tenemos nosotros y que nos ocultan las estrellas, ni tenían tantas distracciones, como las miles de fotografías de gatos que flotan en nuestro mundo digital, por lo que observar los cambios en la bóveda celeste podría ser más que extraordinario, aún si fuera un proceso lento, pero los alcances que tuvieron en esta materia superan todo lo que podríamos imaginar, aun sin los obstáculos de la modernidad.
Una de las civilizaciones antiguas es precisamente la primera, los sumerios, que estaban ubicados entre el Tigris y el Éufrates, en la zona reconocida como la cuna de la humanidad, ya que fue esta, precisamente la sociedad más antigua de la que se tiene record. Los sumerios tenían una sociedad bastante avanzada, con un sistema de justicia, escritura, ciencia y buena economía. Tenían también conocimientos muy avanzados en matemáticas, fueron la primera sociedad en desarrollar un sistema avanzado de medición y uno numérico para incluir volumen y fueron estos conocimientos los precursores para el desarrollo de la aritmética, la geometría y el álgebra. Se cree que estos avances matemáticos se llevaron a la creación de un sistema de medición astronómica.
En cada una de sus ciudades se construía una pirámide (Zigurat) que servía como observatorio entre otras cosas, en el que los líderes religiosos, que eran astrónomos, estudiaban el cielo. Fueron ellos los que desarrollaron el calendario lunar de 12 meses, y fueron ellos, no los griegos, los que asignaron a la división del cielo en 12 partes un símbolo basado en las estrellas. A ellos debemos los primeros mapas celestes, y sus estudios, sin contar con telescopios avanzados les llevaron a descubrir 5 planetas y a nombrarlos e identificarlos (Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno). Hay quienes piensan que algunos textos sumerios indican un conocimiento de hasta 12 planetas, con descripciones precisas de estos, entre otras teorías más liberales que incluyen el contacto con extraterrestres, pero en este tema no hay todavía un consenso o aceptación en la comunidad científica, debido a la falta de pruebas físicas para respaldar las teorías.
Sea como sea, siempre tendemos a suponer que las sociedades que nos preceden eran menos avanzadas, que no hay nada que ellos supieran que nosotros no sepamos, y las estudiamos en base a estos supuestos, pero lo cierto es que tal vez nosotros simplemente no sabemos interpretarlos, es perfectamente posible que su tecnología y desarrollo creciera en una dirección diferente a la nuestra y que hayan logrado alcanzar avances inimaginables para nosotros, pues han pasado milenios, y a nosotros no nos costó mucho más de 200 años el cambiar completamente la faz de la tierra.