Todo está listo para la terrorífica noche. Los muertos vivientes salen de sus tumbas, los espantos invaden las casas y las brujas preparan sus escobas. Los disfraces están preparados, las calabazas encendidas, y los dulces espeluznantes listos para ser repartidos.
Cada 31 de octubre celebramos la noche de Halloween, es una fiesta de calendario que, como Navidad, se conserva siempre en la misma fecha todos los años pero, cuál es el origen de esta celebración?
El término Halloween es la contracción de la expresión inglesa “All Hallows Eve” que significa “La víspera de todos los santos”. Su origen remonta a más de 2500 años con el nombre de la fiesta de Samhain. Esta fiesta celta y gala era celebrada para recibir el nuevo año (fin del verano) pero también los espíritus difuntos. Festín abundante, sacrificios rituales, repartición de hidromiel y cuidado del fuego nuevo por los druidas ritmaban esa semana de festividad.
La fiesta de Samhain dura 7 días: 3 días antes y 3 días después de la luna llena. Esta fiesta es destinada a crear puentes entre los dos mundos (el de los vivos y el de los muertos) dónde cada uno está invitado a venir del otro lado. Los difuntos pierden su don de invisibilidad. Es una fiesta acompañada de cantos y juegos rituales a través de sacrificios y de la creación del fuego nuevo. Todos los galos debían apagar el fuego de sus hogares para que los druidas lo prendieran de nuevo con el fin de celebrar el año a venir.
La conquista romana influenciaría las tradiciones celtas introduciendo la fiesta de la cosecha en honor de la diosa etrusca Pomona. Después, el cristianismo que rechaza los rituales paganos, eliminaría la fiesta reemplazándola por El Día de Todos los Santos. En el 837, la iglesia católica decidió que el 1ro de noviembre sería el día de Todos los Santos o “All Hallow´s Day”, y la víspera de este día el “All Hallow´s Eve”.
En 1846-1848 tras la enfermedad de la papa, los Irlandeses migraron hacia los Estados Unidos llevando sus cuentos y leyendas. Entre ellas la historia de Jack O´Lantern, quien, estando borracho, osó desafiar al diablo haciéndole farsas y fue expulsado del paraíso el 31 de octubre: el día de su muerte. Sería condenado a errar eternamente con una linterna. Esta comprendía un nabo que estaba comiendo y una vela que puso en su interior para que el viento no la apagase.
Es hacia el final del siglo XIX que Halloween se convertiría en una fiesta nacional americana, con la tradicional caza de dulces y el famoso Trick or Treat: dulces o maldición. Mucho más fácil de cortar que el nabo, la calabaza será entonces el símbolo de esta fiesta.
Los colores principales de esta celebración son el naranja y el negro, ya que el negro recuerda el comienzo de la estación de la penumbra y la muerte, mientras que el naranja recuerda el color de las cosechas.