El Museo de la Orangerie de París recibe, desde el 9 de octubre, y hasta el 13 de enero, una exposición que reúne un centenar de obras de los pintores mexicanos Frida Kahlo y Diego Rivera, pareja también durante muchos años.
Las obras de Rivera (1886-1957), que destacó por grandes pinturas murales que retrataban momentos históricos, contrastan en esta muestra con los cuadros de pequeño formato de Kahlo (1907-1954), que protagonizó muchos autorretratos.
Sin embargo, ambos pintores reflejan su íntimo vínculo con México, a través de retratos de obreros y campesinos, y de elementos que reflejan la influencia que ejerció el arte precolombino en su obra.
Kahlo consiguió un estilo muy característico, de manera que se puede reconocer a la artista incluso en un autorretrato de la exposición en el que aparece detrás de una máscara y en el que sólo se le ve el pelo y la mano, explica Leïla Jarbouai, curadora de la exposición.
En cambio, la obra de Rivera está más vinculada a sus convicciones políticas ya que militó en el partido comunista. Por ello, pintó diversos frescos que reflejan el mundo industrial.
La exposición empieza mostrando los inicios cubistas del pintor mexicano y su posterior evolución, hasta ser considerado como el fundador de la escuela mexicana del siglo XX, la escuela nacionalista.
Junto con los óleos, el museo muestra también una quincena de retratos fotográficos de Rivera y Kahlo que han sido cedidos por el Centro Pompidou y que sirven para ilustrar la vida de esta pareja de artistas, unidos hasta su divorcio en 1939, tras el que se volvieron a casar un año más tarde, aunque ambos tuvieron distintos amantes.
Según Jarbouai, aunque la influencia de Kahlo se puede ver en algunas obras de Rivera, como los retratos de mujeres rodeadas de flores, fue principalmente el pintor mexicano quien cambió la manera de pintar de su mujer.
En cambio, la obra de Rivera está más vinculada a sus convicciones políticas ya que militó en el partido comunista. Por ello, pintó diversos frescos que reflejan el mundo industrial.
La exposición empieza mostrando los inicios cubistas del pintor mexicano y su posterior evolución, hasta ser considerado como el fundador de la escuela mexicana del siglo XX, la escuela nacionalista.
La muestra, además de exponer los grandes murales por los que Rivera es más conocido, enseña también algunos de los cuadros que pintó en caballete durante una época de juventud en la que residió en Europa y en la que fue influido por los artistas que residían en París.
“Diego Rivera era 20 años mayor que Frida Kahlo y, cuando se conocieron, ya era un artista consagrado, reconocido internacionalmente ” , explicó la comisaria, quien considera que Rivera inició a su mujer en el arte precolombino.
Frida Kahlo, sin embargo, no se quedó a la sombra de su marido ya que estaba muy implicada en la lucha por la emancipación de la mujer.
Asimismo, la exposición también muestra diversos dibujos que permiten apreciar el proceso de preparación de los frescos de Rivera y otros de Kahlo, menos conocidos que sus cuadros.