Las fresas se han visto siempre como una de las mejores golosinas que la naturaleza tiene para ofrecer, pero lo cierto es que esta pequeña fruta tiene influencias nutricionales tan intensas como su color.
Las fresas tienen un nivel calórico muy bajo, además de esto, tienen altas cantidades de vitamina C, calcio, magnesio, potasio y fibra. Debido a que las fresas contienen también antioxidantes específicos, tienen efectos antiinflamatorios, y estimulan la reducción de peso, pero uno de sus efectos más relevantes es su influencia en el proceso de metabolización de las comidas almidonadas, ya que ralentiza su asimilación en la digestión, lo que a su vez ayuda a estabilizar los niveles de azúcar en la sangre. Esto es especialmente positivo para personas con diabetes tipo 2.
Las fresas son reconocidas por estas cualidades en la reducción de la inflamación, la estimulación del metabolismo para la pérdida de peso y la influencia en la reducción
de riesgos de enfermedad crónica. Sin embargo, esto no quiere decir que los efectos de las fresas pueden contrarrestar todos los efectos poco favorables de muchas de las comidas con las que tendemos a emparejarlas.
Debido a que las fresas se han visto siempre como una golosina, tienden a hacer parte principalmente de recetas para postres, generalmente demasiado dulces para que las fresas puedan tener algún efecto beneficioso sin que este se pierda en los efectos del exceso de azúcar. Por esta razón, a continuación tenemos unas cuantas recetas de fresas y postres de fresas que son saludables y ¡deliciosas!