Quienes viven en las ciudades saben de qué se trata el estrés matutino que se vive cada día por varias razones. No importa si vas al trabajo, a la universidad u otro destino, y si te diriges allí en tu propio auto, en bicicleta, a pie o en transporte público, es común que se viva una carga de estrés y otras sensaciones negativas que no son lo más saludable para empezar el día. El tráfico, el ruido en exceso, los carros que pitan, la gente que grita, sumado a algún evento que te haya ocurrido en casa, como haberte levantado tarde, una ducha de agua fría o que no hayas desayunado. Te contamos que cosas puedes hacer para aliviar tu comienzo de día y asegurar un feliz término del mismo.
Si te das cuenta que al dirigirte a tomar el bus o metro, pareciera que no cabe una aguja más de lo lleno que está, no empieces a cargarte de ira y sumar razones para estar estresado. Piensa estratégicamente, pues es seguro que no tendrás mucho espacio así que desde antes trata de buscar un lugar cerca a una ventana, ubícate al lado de personas de tu estatura o más bajas porque si quedas atrapado(a) entre muchos altos será peor. Mueve tus manos y dedos constantemente al igual que tus pies en su sitio para que la falta de circulación a ciertas zonas, no te afecte. Enfócate no en lo que te molesta de lo que te rodea, sino todo lo contrario, disfruta y encuentra algo divertido o interesante, como el libro que alguien va leyendo, un bonito collar de una persona, lo que ves por la ventana, o simplemente planes que tienes, el próximo fin de semana o algo emocionante que vas a hacer próximamente.
Si estás en tu carro y de repente quedas atascado(a) en medio del tráfico, no empeores la situación vociferando groserías y quejas de porqué nadie se mueve. Usa tus cuerdas vocales para una mejor tarea y es cantar. Tararea o canta una canción que te guste, pues tus cuerdas vocales reciben mucha tensión que se extiende a los músculos del cuello, espalda y cabeza. Pon música o la radio y mantén una buena postura para que tu viaje sea más relajado y tranquilo.
Cuando confrontes a alguien o alguna persona intente quitar tu asiento, no sumes agresividad al momento. Se la persona más madura y con cordura, hablando con calma y sin ser despectivo o grosero. Ya todo el mundo en el mismo transporte va cargado, negativo, estresado y de mal genio como para que tu agregues lo mismo. Envuélvete en tu propia burbuja y ten en cuenta que si aportas amabilidad, evitas un conflicto y sigues tu camino en paz y tranquilidad.
En cualquier situación, si vas muy tarde par tu cita, si hay un accidente en la vía, si el ruido visual y auditivo atacan tus nervios, puedes detener el ritmo por un minuto para meditar, respirar pausada y profundamente para recobrar la tranquilidad y seguir con tu día, así evitarás que el estrés te domine y arruine las horas que quedan.