Enfrentarnos a las películas e imágenes en 3D ha sido una manera espectacular de ver el mundo, sobre todo para quienes vieron hace un par de décadas como en el mercado se encontraban libros y revistas con colores específicos que venían con gafas de cartón o plástico y una especie de celofán rojo para un ojo y azul (o verde) para el otro, incluidas para ver las imágenes en tercera dimensión. Para el momento resultaba gracioso, divertido y curioso, y no nos imaginábamos en lo que iba a convertirse. En estos momentos todavía usamos gafas, pero lo que podemos ver no son imágenes sencillas en una hoja de papel, sino toda una película con movimiento, acción y objetos que parecen volar hacia ti. Consolas de video juegos y televisores son también los dispositivos que nos ofrecen la experiencia, pero han corrido rumores entre padres preocupados por que sus hijos puedan adquirir problemas de visión por videojuegos en 3D, e incluso la manipulación de las imágenes y el esfuerzo de nuestros ojos traería consecuencias no muy positivas para la salud. Que tan cierto es?
Esa visión en tercera dimensión consiste en que se manipulan las imágenes para el ojo derecho y el izquierdo, de manera diferente y en un ángulo también alterado para que sea el cerebro el encargado de completar un imagen final entera y además generar relieves.
La famosa compañía Nintendo en el año 2010, advirtió que era preferible que los niños menores de 6 años se abstuvieran de jugar su nuevo juego, debido a que podría generar problemas en el desarrollo de su visión. Sin embargo científicos han asegurado que no hay riesgo puesto que a la edad en la que los niños empiezan a jugar con una consola ya tienen todo su sistema visual estructurado y definido. De todas formas organizaciones de la salud a través de estudios realizados afirman que el efecto de 3D no acarreará algún daño para la salud visual de las personas, y como todo el tiempo se hacen pruebas, modificaciones y mejoras a los sistemas y dispositivos, la idea es crear entretenimiento que proteja al individuo mientras los disfruta.
Así y todo, la investigación no para, pues aún deben estudiarse y depurar otras consecuencias que aunque no se presenten en todas las personas, si son comunes como la fatiga visual, las náuseas, el dolor de cabeza, entre otras. Para los niños, sigue siendo responsabilidad de los padres controlar un poco la frecuencia con la que usan dispositivos que generan imagen en 3D, y en general también es mejor no excederse todo el tiempo viendo películas en 3D puesto que nuestro ojos no están acostumbrados, y de hecho el cine en 2D es excelente y muy bien producido, por lo que puedes alternarlo y no dejar de disfrutar el espectacular 3D y proteger tus ojos del cansancio que puede generar.