Definitivamente no podemos decir que trabajamos en exceso y de vez en cuando vamos al gimnasio, por lo que nos salvamos de críticas en cuanto a nuestra salud. Nuestro cuerpo nos mantiene vivos cada segundo de cada día, y muchas veces por encerrarnos en la burbuja del trabajo nos olvidamos que debemos cuidarnos. No es necesario que le dediques varias horas diarias a ejercitarte, pero si algunos minutos para que estires tus músculos, mejores tu flexibilidad y evites lesiones que pueden presentarse en actividades diarias solo por no estar en forma.
Quienes trabajan frente a un computador, suelen tener problemas de cuello, hombros y espalda, así que empieza por hacer estos sencillos ejercicios: De pie, con espalda derecha y las piernas separadas ligeramente al ancho de los hombros, vas a inclinar tu cabeza cuidadosamente hacia la derecha presionando con tu mano. El lado izquierdo de tu cuello debe sentirse estirado. Sostén por unos segundos y repite con el otro lado.
Para tus hombros, cruza primero tu brazo izquierdo encima de tu pecho hasta tocar tu omoplato, manténlo unos segundos y cambia de brazo. También puedes llevar ambos brazos uno sobre otro, cruzados al frente y que cada mano toque el lado de la espalda contrario, así estiras y contraes los músculos superiores de la espalda.
Es importante trabajar los tríceps, así que con la misma posición erguida, levanta un brazo bien arriba, dobla el codo y con la mano toca tu espalda. Espera en esa posición unos momentos y alterna con el otro brazo. Puedes reforzar el esfuerzo apoyando la mano libre sobre el codo que está doblado.
Trabaja tus pantorrillas con un ejercicio simple. Ubícate frente a una pared y estira tus brazos hasta que las palmas toquen completamente la pared. Lleva una pierna hacia atrás, lo más que puedas mientras que toda la planta del pie esté apoyada en el piso. La otra pierna debe estar ligeramente doblada, también con el talón apoyado en el piso. Mantén la posición unos segundo y cambia de pierna. Sentirás un ligero tirón en tus pantorrillas que no debe ser doloroso, pues si exageras puedes lesionarte.
Los cuadriceps puedes trabajarlos así: de pie, dobla una rodilla hasta que toca las nalgas, ayudado por tu mano que va a ayudar a mantenerlo atrás. Puedes intentar hacer equilibrio estirando el brazo contrario hacia un costado y evitando caer. O puedes apoyar tu brazo contrario en una pared.