Nuestro hogar, el único que tenemos, es perfecto por donde se le mire. Lleno de maravillas naturales de todos los tipos, el planeta tierra invita a sus habitantes a recorrerlo, conocerlo, cuidarlo, amarlo y explorarlo.
Existen ciertos lugares que no caben precisamente dentro de nuestras opciones habituales como destino para vacaciones, pues factores como el acceso, la llegada, la supervivencia o las condiciones climáticas hacen de esos lugares, algo verdaderamente extremo.
Que tal un lugar extremadamente caliente? en el estado de California, Estados Unidos, se encuentra el Valle de la Muerte que es a la vez parque nacional. Este valle ha registrado las temperaturas más altas, con 56.7 ‘C en el año de 1913. En contraposición, encontramos las temperaturas más bajas en Oymyakon, una ciudad ubicada en la República Rusa de Yakutia. La temperatura en 1926 fue de -71.2 ‘C, sin duda la más fría que se puede experimentar.
Ya sabemos que el Monte Everest es el más alto del mundo con 8848 metros sobre el nivel del mar. Ubicado en la cadena montañosa entre Nepal y China, uno de los destinos obligados para quienes disfrutan de escalar.
Para ir al otro extremo tenemos el Mar Muerto, que se ubica en el límite entre Israel, Cisjordania y Jordania a 416,5 metros sobre el nivel del mar. También es extrema su salinidad, pues va entre 350 y 370 gramos por litro y por ello no puede soportar la vida, no hay ningún animal que allí pueda vivir, de ahí su nombre.
Tenemos por otro lado la isla más alejada de todas, y es la Isla de Pascua que se ubica a más de 3500 kilómetros de la costa de Chile. Esta isla encierra mucho misterio por las estatuas que allí se encuentran y la confluencia de varias culturas y hallazgos desconocidos que data de miles de años atrás.