Las mujeres, acostumbradas a vivir preocupadas por su cabello, el maquillaje y la ropa que se van a poner cada día, muchas veces olvidan ciertas partes de su cuerpo. Es posible que se deba a las rutinas que ellas mismas establecen y que terminan repitiendo cada día, pero no hay problema. Hoy queremos hacer un especial énfasis en tus cejas, aquellos marcos de tus ojos y que también necesitan atención. Hay algunas cosas que no deberían hacerse y hay otras recomendaciones que podrías adoptar para tener una mejor apariencia.
En estos momentos seguramente habrás visto que lo natural y sencillo está de moda. Y es cierto, así que empieza primero que todo, por aceptar tu belleza de inmediato. Desde allí partimos para decirte que siempre debes intentar mantener la forma de tus cejas y sus vellos lo más natural posible. Si bien puedes darle una ayudita, ojalá esta sea muy sutil y para nada radical.
Antes de maquillarte y a diario, es necesario que te apliques crema hidratante en tu cara y obvio también en tus cejas, ya que debido a que tienen vellos, sufren de resequedad, grasa y es mejor cuidarlas.
Debes darle forma, porque en algunos casos crecen en mil direcciones diferentes y hay que quitar esos vellos rebeldes. Para ello usa unas pinzas, que te permitirán tomar pelo por pelo con precisión, y de hecho las pinzas más delgadas te servirán para quitar los más pequeños. Define la forma que quieres que tengan tus cejas, si rectas, arqueadas, delgadas, gruesas o mixtas. Para realizar el trabajo de una forma más eficiente, necesitarás herramientas como estas:
Peina hacia arriba y corta con unas tijeras o con una maquina eléctrica especial para esas zonas pequeñas, los vellos que se salgan o se desordenen. Las navajas para cejas funcionan para algunas. Necesitas darle forma y evitar que a medio día este cada vello por su lado.
Existe una cajita de sombras específicas para las cejas que vienen en tres colores diferentes, como café oscuro, uno medio y uno tierra claro. Si no lo consigues, busca por aparte los colores que más se acerquen a tus cejas, y trata de tener tres colores para mezclar. Usa el pincel plano en corte diagonal, y con el color más oscuro para definir una línea en la base de la ceja, luego por encima y por último rellena los huecos que veas.
Otra alternativa son los geles de color que remplazan la sombra, pero eso ya van en gustos, pues ambos funcionan perfecto.
Constantemente debes ir peinando las cejas con el cepillo redondo para que te fijes dónde hay espacios, donde hay cúmulos de sombra y los corrijas. Mezcla dos tonos para terminar de rellenar en la zona media de la ceja y difuminar para tener el color que deseas.
Para terminar, usa el color más claro para poner un poco a lo largo debajo de la base de la ceja, en la parte superior del párpado para que aclares e ilumines esa zona y haga destacar la ceja.
Evita a toda costa que tus cejas parezcan ficticias, es decir, demasiado oscuras cuando eres rubia natural o castaña y al contrario. Siempre tiende a lo natural y verás que en conjunto te verás más armónica.
A medida que vayas usando las herramientas sabrás con cuál te sientes más cómoda y cuál se ajusta perfecto a los resultados que buscas.