Casi que con total seguridad podríamos afirmar que la cocina es el único lugar aparte de tu habitación, al que recurres todos los días en varias oportunidades. Probablemente se trata de un impulso cuya causa desconozcamos, pero lo cierto es que al llegar a casa, acudimos de inmediato aunque no comamos o bebamos nada. Para seguir consintiendo un espacio tan importante como este en nuestro hogar, te damos algunos tips para que le imprimas tu personalidad o toque especial y puedas disfrutarla mucho más.
Cuando se trata de decoración o renovación, siempre es fácil caer en una zona peligrosa, y es perder el sentido del equilibrio entre estética y funcionalidad. La primera generalmente tiende a ganar, puesto que nos fijamos una idea de lo que queremos sea nuestra cocina, y muchas veces ocupamos espacios vitales dentro de un espacio como estos poniendo un florero gigante y muy lindo y dejamos de lado un aparato que cumple alguna función a la hora de hacer preparaciones. Encontrar ese equilibrio es la clave para tener una cocina con mucho estilo y totalmente preparada para crear los mejores platos.
Empieza por la elección del color. Lo recomendable es que te vayas por dos tonos, uno de ellos el que prefieras, y el otro preferiblemente blanco, no solo parar crear contraste y mucha luminosidad, sino porque los utensilios y aparatos electrónicos se consiguen en mayor cantidad en éste color. Puedes alternar las paredes combinando los dos tonos, y los adornos, vajillas, ollas y demás herramientas de cocina también creando variaciones que respondan a la misma estética.
La iluminación es fundamental, así que analiza muy bien tu cocina para saber cual es el mejor lugar para poner bombillos o lámparas focales. Puede haber una sola central, o si el espacio es muy amplio combinar una principal con varias auxiliares que se enciendan separadamente en caso de ser necesario.
Si tienes una ventana en tu cocina, es perfecto, pues puedes lucir unas bonitas cortinas sencillas, nada pesadas ni recargadas o demasiado finas, pues recogerán partículas de polvo, grasa y alimentos que las pueden dañar fácil. Procura tenerlas abiertas durante el mayor tiempo posible para que entre mucha luz.
Tus ollas y sartenes guardadas en cajones, o algunos pueden estar a la vista para tenerlos a la mano, siempre y cuando los arregles de una bonita forma. Este estilo se vuelve un poco rústico y hogareño.
El toque principal es el que tu le das. Por eso piensa de una vez en el estilo que quieres ver reflejado en tu cocina, para facilitar escoger los colores de las paredes, los objetos decorativos, cuadros y demás. Puedes arriesgarte con un estilo vintage que está muy de moda, o por el contrario algo muy moderno y con los colores tendencia. Volverla temática sin que te quede demasiado disfrazada pero si con tu magia personal.