La investigación y la tecnología llegan cada día a logros más inesperados, cada vez nos encontramos con creaciones nuevas que superan nuestros sueños más extraños, con ideas que parecen tomadas de las novelas de ciencia ficción. Así es el material que “se cura” creado por los científicos españoles del centro tecnológico CIDETEC.
Lo extraordinario de este material inteligente es que se trata de un polímero capaz de repararse a sí mismo después de sufrir daños ya sea por desgaste o por accidente. Este material hace parte de un área de estudio que comenzó apenas alrededor del año 2007, en el que se comenzó la investigación para el desarrollo de materiales con características similares a las de ciertos elementos biológicos.
Los polímeros son la base de todos los plásticos, así que es fácil imaginar la infinidad de aplicaciones que este material autorreparable podría tener. Soluciones eficientes para la gran cantidad de elementos que se utilizan en el día a día como rupturas en la plomería, llantas que se reparan solas después de pincharse etc. Más todas las posibilidades que podrían derivarse de este desarrollo y que no han sido posibles hasta ahora, en diferentes áreas del conocimiento como la ingeniería, la construcción e incluso la medicina.
En la naturaleza, muchos polímeros se curan cuando se rompen o fracturan, como es el caso de la piel cuando se tiene un pequeño corte; cómo los dos lados, después del corte, se unen de nuevo, este es el mismo principio. En la historia se han desarrollado múltiples polímeros sintéticos, y ahora son bastante comunes. Sus comienzos están en el tiempo en que los científicos comenzaron a crear caucho sintético y nylon para compensar la escasez de la seda yo otros materiales durante la Segunda Guerra Mundial. El PVC, el poliéster y muchos tipos de plástico les siguieron en poco tiempo.
Aunque estos polímeros sintéticos tienen muchas propiedades extraordinarias que les hacen indispensables para la sociedad actual, siempre han tenido una carencia con respecto a los polímeros naturales: el no poder auto-repararse sin la ayuda de un catalizador. Pero ahora, gracias a este avance, eso ya no es un problema, y aunque este desarrollo apenas esté en sus primeras etapas, y todavía falte bastante tiempo para alcanzar a desarrollar materiales con las características de las películas, como en “Terminator”, las posibilidades son infinitas.