El mal aliento o Halitosis como también es conocida esta enfermedad afecta a una de cada dos personas. Por lo tanto son muchos los que andan por ahí sufriendo rechazos sociales cuando pueden tener una solución sencilla en sus manos. Primero debes tener claro cuales son las razones por las cuáles en tu caso, se presenta el mal aliento.
Una de ellas puede ser por los procesos que ocurren en tu estómago, los ácidos y fermentaciones de alimentos ingeridos incorrectamente o a horas inadecuadas. Ingredientes en exceso como la cebolla, el ajo, el picante, alcohol y alimentos grasosos incrementan el mal olor pues tienden a impregnarse aun más en las paredes de la boca y la lengua. Ni hablar de los consumidores de tabaco, pues éste olor y sensación es muy difícil de quitar y no basta con chicles de menta.
Para empezar, es necesario tener una juiciosa dedicación con tus dientes y los hábitos que con ellos tienes. La higiene dental es el primer paso para tener buen aliento y dientes sanos, así que cepíllate después de cada comida y en la noche usa hilo dental para retirar partículas de comida acumuladas entre los dientes.
La sequedad bucal aumenta la halitosis, así que trata de tomar agua para que barra las partículas de comida y limpie los dientes. Si no tienes acceso a agua, come una fruta jugosa que haga el mismo efecto. El uso de enjuagues bucales no combaten los problemas de raíz, solo disfrazan el mal aliento por unas horas, y si necesitas estar bien para una cita o reunión está bien porque funciona, pero tendrás que hacerlo por mucho tiempo porque las verdaderas causas no se están arreglando. Los chicles, si debes comerlos, trata de que no contengan excesos de azúcar porque entonces solo estarás empeorando la situación.
La solución está en tus manos, buena higiene dental, beber agua y tener cuidado con los alimentos que consumimos y la cantidad en la que lo hacemos van a definir nuestra salud dental y de ahí nuestra confianza frente a los demás.