Nada que nos deprima más que ver nuestro cabello opaco, sin vida, y que no logramos darle un aire de renovación. Como nos sentimos, así mismo nos vemos y los demás pueden darse cuenta, nuestro aspecto refleja nuestro interior y si ocurre que al pararnos frente al espejo no vemos algo que nos guste, hay que prestar mucha atención y buscar soluciones.
Ya que las mujeres somos tan emocionales, somatizamos todo a nuestro aspecto personal, pero no debemos sufrir tanto sino pensar que hay solución, y que podemos sentirnos hermosas por dentro y por fuera.
Sabiendo que el cabello es fundamental para todas, tómate un segundo subjetivo para analizar el tuyo y entender como se ve. Porqué está seco? porque lo ves maltratado? Y de allí empecemos a solucionarlo.
El estrés es una causa muy frecuente y silenciosa, por eso es fácil que pasemos por encima de ella y no la tengamos en cuenta. El afán y prisa de las mañanas hace que no lavemos correctamente nuestro cabello y lo hagamos apuradas. Muchas veces residuos de shampoo quedan en el pelo, al final del día sientes que te pica y esto se repite varias veces.
El ritmo de vida apurado, también genera que no tomemos nuestros alimentos en el momento adecuado. Este desorden alimenticio afecta directamente nuestro estado físico y las vitaminas y minerales que le hacen falta a nuestro cabello, dan como resultado un pelo débil, reseco y sin vida.
Olvídate del uso excesivo de tintes, planchas y secadores porque los químicos son muy fuertes, y el calor quema el cabello.
Es muy importante que tengas hábitos sanos y trates mejor tu cabello. Empezando por la rutina de baño, no lo laves todos los días, al menos un día de por medio, y no lo seques fuertemente con la toalla sino con toques suaves y si es necesario con el secador a temperatura media o fría. No lo amarres o ates en moñas cuando aún está húmedo porque puede podrirse y si tiendes a hacerte el mismo peinado siempre, innova! deja de hacerte esa línea por la mitad porque el cuero cabelludo necesita recibir sol de igual manera en toda la cabeza, y tu cabello no debe recordar una forma de peinado específica.
Las mascarillas y tratamientos para cabellos débiles deben ser obligados al menos una vez a la semana. En lo posible que contengan sábila, aguacate, aceite de oliva o cualquier ingrediente que permita restaurar e hidratar.
No olvides consentir tu cabello tomándote un poco más de tiempo en su lavado y en los tratamientos que hagas, no pienses que te va a durar toda la vida pues es parte de ti, de lo que te hace mujer y merece toda nuestra atención.