Porque muchas veces nos hacemos un lío a la hora de resolver pequeños inconvenientes en la cocina, es mejor tener un as bajo la manga de vez en cuando y reaccionar a tiempo para salvar el día y evitar desastres. Aquí te damos sólo algunos truquitos de tantos que existen para que te desenvuelvas en la cocina como un profesional:
Si te dispones a hacer una comida mexicana en la que obviamente deberás incluir un buen guacamole pero tus aguacates están muy duros, hay quienes aconsejan envolverlos en periódico desde el día anterior, dejarlos al sol directo, o algo más, mételo en una bolsa con una cáscara de plátano y listo!
Para que luego de tus alimentos fritos en aceite no dejen partículas flotantes, o un aceite muy cargado y ya con sabor fuerte como para ser reutilizado, fríe en ese aceite una cáscara de limón o de naranja, también evitará el fuerte olor a quemado.
De pronto te has esmerado al preparar una sopa, pero por algún descuido la pruebas y te das cuenta que ha quedado salada, no hay problema! pon una o dos papas dentro y vuelve a hervir un poco para que estas absorban el exceso de sal.
Tratar los huevos parece algo muy tonto, o que no necesita de mucha atención, pero no es así, cuando los guardes en la nevera, aprovecha la caja en la que vienen para evitar que estén en contacto con otros olores que pueden ser fuertes, también asegúrate de ponerles con la punta hacia abajo para que la yema quede centrada. Si avs a usarlos en postres, usa los que estén fuera de la nevera, o sácalos y déjalos afuera por unas horas para no usarlos helados en tus recetas pues altera la textura y sabor que aportan.
Siempre que uses algo que debe mantenerse refrigerado como el queso, envuélvelo muy bien en papel aluminio, o en un recipiente plástico hermético, pero un secreto es envolver ese queso en un trapo de algodón muy limpio empapado en vino blanco y consúmelo rápidamente. Si no lo consumes rápido asegúrate de cambiar el paño una vez por semana.