La lechuga ha sido por décadas el comodín universal de las ensaladas, pero poca atención se le presta a su valor nutricional o a la gran variedad que presenta. Este vegetal tan común se encuentra en casi todo el mundo, y se reconoce por su alto contenido de agua como uno de los más refrescantes. Este hecho también ha convertido la lechuga en un vegetal perfecto para dietas, pero lo que muchos no saben es que la lechuga, especialmente la romana, tiene propiedades nutricionales impresionantes y necesarias para una alimentación completa.
Curiosamente, la lechuga hace parte de la familia de las margaritas y los girasoles, y cuando se deja germinar completamente, produce pequeñas florecillas amarillas con tintes morados. La lechuga se cultiva hoy en día por todo el mundo en sus diferentes variedades, pero todavía crece también de manera silvestre. Es este tipo de lechuga el que dio comienzo a todo, hace más de 4500 años en el área mediterránea. Existen registros que hacen referencia a la lechuga y a los platillos preparados con ella entre los jeroglíficos de los egipcios, entre los estudios botánicos de los eruditos de la antigua Grecia e incluso Cristóbal Colón la encontró cuando llegó al nuevo mundo.
En sus aspectos nutricionales, la lechuga es tan rica como en su historia; es una gran fuente de vitamina A, B1, B2, B9, C, K, potasio, magnesio, yodo, azufre, hierro, fósforo y zinc. La lechuga es diurética y muy recomendable para el sistema digestivo, la protección de los riñones y el buen funcionamiento del hígado. También tiene efectos benéficos para la circulación y para la reducción del colesterol. Es reconocida por sus propiedades tranquilizantes y sus beneficios para aquellos que sufren de insomnio o que viven bajo mucho estrés, quienes pueden hacer un té con las hojas para aprovechar al máximo los beneficios. Este té también tiene propiedades muy positivas para combatir las complicaciones del sistema respiratorio, como asma, bronquitis etc.
A veces nos resulta muy fácil pasar por alto lo que comemos, o ignorar los tesoros que nos ofrece la gastronomía del día a día; pero ahora que vivimos con la información en la punta de los dedos, es hora de mirar nuestra alimentación como una oportunidad consiente de vivir mejor y de disfrutar las maravillas de la naturaleza. Para comenzar con este propósito, ¡aquí les dejo esta receta deliciosa!