El 22 de noviembre, celebramos el día internacional de la música. Este día se celebra también en otras fechas en diferentes lugares del mundo, pero se reconoce especialmente en este día para el mundo occidental por ser el día en que se celebra a Santa Cecilia, la patrona de los músicos.
Santa Cecilia fue una mártir romana y cuenta la historia que ella utilizaba el canto para alabar a Dios, incluso en su matrimonio, lo que atrajo a un ángel protector; por esto es que se convirtió no solo en patrona de los músicos, sino también de los poetas y los ciegos, y desde siempre se le ha representado en el arte sagrado tocando un instrumento.
Es comprensible que incluso ahora la relación de la música con la religión y la expresión espiritual sea fuerte, porque aunque las historias tradicionales del origen de esta celebración se hayan perdido en su mayoría para la conciencia colectiva de nuestra sociedad, la historia de la música es innegable y hace parte de ella aun si se olvida un poco.
La noción de la música solo como un entretenimiento, o como una expresión estética y artística independiente de la espiritualidad es de hecho un concepto bastante nuevo en su historia, desde el principio de la música, incluso cuando estábamos en las cavernas se utilizaba la música con un fin centrado principalmente en la idea del ritual, en busca de la expresión del espíritu y de la comunicación con la naturaleza.
Desde entonces, la música ha poblado los ámbitos espirituales de la historia y cultura de la humanidad e incluso, en tiempos del medio evo, estaba restringida a usos religiosos. La música ha hecho parte de todas las experiencias humanas que más exaltan las pasiones, algo que es más que evidente en la actualidad, donde la influencia de la música es un instrumento espléndido para dirigir a una audiencia en la dirección correcta. Solo basta tener una escena con un corredor oscuro y una tonada tétrica para ponernos los pelos de punta.
Es esta habilidad que tiene la música de afectar físicamente al ser humano la que le dio su conexión con la espiritualidad, y es la que hoy en día le da su entrada a muchos ámbitos del conocimiento, especialmente a la medicina moderna, en la que se ha utilizado la música para diversos tratamientos experimentales en diferentes áreas, como para el tratamiento del autismo.
Por eso este día está aquí, porque la música es parte de todos, de todas las culturas y todas las vivencias. Este 22 de noviembre recuerda que es una celebración de celebraciones.